El sábado pasado, en San José, a un productor chico, que no maneja más de veinte animales, le mataron un novillo y una vaquillona de 200 kilos.
“Más que nada destrozarlos porque no llevaron nada, unos churrascos nada más. Muy poca cosa, pero sí el daño, el destrozo, que hicieron. Los llevaron a unas manguitas, los encerraron y los degollaron», declaró.
Hay que combatir el abigeato, apresar a los que no tienen decencia ni códigos. Coalición de gobierno, desde ya: patrullas suburbanas y rurales.
(Foto ilustrativa)