El Partido Colorado en el Gobierno

Por Julio María Sanguinetti (Correo de los viernes)

Muchos correligionarios nos han comentado en estos días de pandemia que el Partido Colorado debería tener un protagonismo mayor, estar más en la prensa, generar noticias. Preocupados, además, por lo que algunos sienten como ausencia de liderazgo o, mejor dicho, de candidaturas prefiguradas, en lo que muchos están pensando.

A todos les he dicho lo siguiente: el Partido Colorado ocupa el mayor lapso de gobierno en la historia del país, sus instituciones están configuradas a nuestra imagen y semejanza, el Estado Batllista es una realidad que quisieron desarmar los blancos en 1959, que pretendieron derrumbar -aun por la violencia- los frentistas y que nadie pudo con ella porque es el ADN nacional. De esa larga historia surge nuestra vocación de gobierno, nuestro sentido de responsabilidad institucional y social, nuestro racionalismo. Éste muchas veces nos ha jugado en contra por cumplir nuestro deber, pasara lo que pasara: fue, por ejemplo, la crisis de 2002, en que el Partido hizo lo que había que hacer, salvó al país de la quiebra; hoy lo reconocen todos, pero pagamos un durísimo peaje electoral porque la mayoría de la gente no lo entendió.

A fines del período frentista lanzamos la idea de la coalición, en mayo de 2018. Fuimos parte fundamental de la construcción de una alternativa política que finalmente triunfó y hoy integramos ese gobierno de coalición.

En el gobierno hay Ministros, hay Subsecretarios, hay directores de Entes Autónomos. Naturalmente, no podemos ignorar que la renuncia al gobierno y a la vida política de quien fuera nuestro candidato, nos generó un momento de desacomodo. Pero hoy el partido está funcionando con normalidad, sus tres sectores trabajan con cordialidad y espíritu constructivo, el Comité Ejecutivo Nacional se reúne virtualmente todas las semanas y viene cumpliendo muy bien.

Esta semana hicimos una propuesta importante de nuevo impulso para el gobierno que integramos. El texto del documento lo publicamos en esta edición y lo hemos comentado en diversos medios radiales y televisivos, a partir de una conferencia de prensa, con el fantástico mural de Bategazzore como fondo colorido. La propuesta es colorada y batllista cien por cien. Colorada porque respira responsabilidad y sentido patriótico. Batllista porque apunta a atender las necesidades sociales mayores e impulsar las obras que puedan generar empleo. Bien opuesto a las ideas del Frente Amplio, que era repartir mucha plata al barrer, no crear un puesto de trabajo y comprometer el crédito del país. Si hubiéramos gastado 1.500 millones de dólares en cuatro meses de la famosa «renta universal», hoy -cuando la pandemia nos ha demorado más de lo esperado- estaríamos en crisis total. Cuatro meses nos habrían aplaudido, luego se habría enojado la gente al terminar el subsidio y hoy habríamos comprometido el imprescindible crédito nacional y no tendríamos ni para las vacunas.

Sobre estas bases seguiremos trabajando. Si el gobierno de coalición sale bien, habrá posibilidades para todos y de eso se trata, entonces. Luego, el Partido mejor posicionado y los candidatos más creíbles harán la diferencia. Nosotros, militantes, y me ubico en ese rol más que en el de Secretario General, tenemos que mantener viva la esperanza. Trabajar con la gente. Estar cerca de ella. Naturalmente, mucha se nos acerca en busca de apoyo para trabajo, y bien sabemos que eso hoy es muy difícil. Pero hay que decir la verdad y apostar a que la actividad se reanime. Ya vendrán los candidatos. Serán los que más se luzcan en este tiempo, los que más confianza inspiren. Los habrá, porque el Partido Colorado tiene un caudal enorme de dirigencia. Hay espacio para crecer.

Miramos el año que se inicia, entonces, con un doble sentimiento. La convicción de que pasaremos un invierno duro, acaso peor que el anterior, porque las empresas y las personas estarán más exhaustas, pero también con la esperanza de que llegaremos a la primavera con mejores perspectivas.

Colorados, a creer y trabajar. Trabajar para creer.