Industria Forestal: desde aquellas semillas a estos secretos

Los Batllistas somos partidarios decididos del desarrollo forestal inteligente.  Fue el presidente Sanguinetti, en 1987, con visión de estadista, el que impulsó la legislación que despertó a los inversores en un rubro que el país aún no concebía. Aquella política vanguardista se hizo cuidando nuestro patrimonio medioambiental y sin la opacidad sospechosa con que el Frente Amplio de Mujica y Vázquez maneja actualmente los proyectos.

El partido que desde el gobierno hoy impone este peligroso secretismo, fue el único que se opuso tenazmente a aquella ley de 1987 que trajo consigo la radicación de inversiones industriales como no se registraba desde la década de 1950, al punto que se han convertido en un actor principal de la vida económica y tercer rubro de exportación.

La planta UPM2 y todas sus instalaciones accesorias son un proyecto de interés nacional, pero tenemos reservas y resistencias lógicas sobre: cómo se preserva su sustentabilidad ambiental; cuál es el alcance de las obligaciones de todo tipo comprometidas por el Estado; qué magnitud tendrá el trauma urbano en Montevideo y Canelones por la vía férrea; y otras dudas legítimas.

Pero, ni nosotros ni ningún sector de la oposición, estamos en condiciones de responder o analizar: el gobierno no informa bien.  Ni siquiera en carácter reservado se ha informado al Parlamento, el hermetismo autoritario es el estilo del gobierno y eso mismo ya genera suspicacias.