El presidente Sanguinetti ha sostenido que, en Uruguay, el problema persistente y más relevante de discriminación contra las mujeres en el ámbito laboral es el rezago. Se nos recortan oportunidades por el solo hecho de ser mujeres.
Incluso en los ámbitos académicos, en que menos podría suponerse: Hace poquito, un estudio lo confirmó: “…Las mujeres investigadoras tienen bajas probabilidades respecto de los hombres investigadores de ser aceptados dentro del programa nacional más grande de apoyo a la investigación en Uruguay…», demostraron dos cientistas sociales uruguayos.
«…Este fenómeno es fuerte en dos de los cuatro niveles del programa, evidenciando un techo de cristal…” , es la conclusión de un análisis científico de los académicos de la ORT, N.Gandelman y D.Bukstein.