La exportación pone a las empresas uruguayas en competencia con las del resto del mundo, por lo cual están obligadas a ser tan eficientes como estas.
Para mantener competitividad, requieren estar permanentemente actualizadas en su tecnología y procesos, así como en la capacitación de su capital humano.
Esto los obliga a asumir políticas de inversión continua en capital físico y humano para asegurar la productividad, lo cual favorece la innovación, la incorporación de nuevas tecnologías y la demanda de personal actualizado de alta calificación, que será mayoritariamente joven.